El otoño nos recuerda que es época de renovarnos, como las hojas de los árboles. Es el momento de soltar lo que no necesitamos para dejar paso a nuevas oportunidades.
El otoño tiene colores naranjas, rojizos y amarillos varios. Es una época en la que comienza el recogimiento, nuestro cuerpo necesita comidas más calientes y contundentes.
En el huerto ha sido época de recolectar membrillos, los árboles explotaban y estamos aprovechando para hacer compotas y dulce.
Las propiedades de el membrillo son variadas, la Fundación Española para la Nutrición destaca al membrillo por sus cualidades alimenticias. Es una fruta que contiene más de un 80 % de agua y su potencial calórico es muy bajo.
Su carne es fibrosa, y esta fibra favorece al organismo. Además aporta minerales, como calcio, potasio, fósforo, hierro, selenio, sodio, vitaminas A, B y C. La pectina y los taninos también forman parte de su composición.
Entre sus beneficios encontramos que es astringente y evita la deshidratación, reduce el colesterol, Favorece el buen funcionamiento de músculos y transmisores nerviosos, previene el envejecimiento, ayuda al sistema digestivo, favorece a la acción depurativa del hígado.
Así que ya saben, a comer membrillo!!!!